martes, 15 de diciembre de 2015

Querido tú.

Hace ya dos meses que no me nacía escribir algo. En todo este tiempo se me agotaron las palabras, estaba dolida, llena de coraje, ya no me inspiraba escribir sobre ti, o sobre lo que fuera.


Después de dos meses he decidido escribir nuevamente, pero escribiré una última carta para ti. No sé si la vas a leer, aunque me gustaría que sí.

Cuando te conocí te vías tan diferente, pues obviamente no me ibas a mostrar la clase de fichita que eres y para ser sincera caí demasiado rápido en tu juego, no sé si te aprovechaste de lo que yo te había contado o en realidad esa es tu táctica con todas. En realidad todo fue muy rápido, todo. 
Al principio fuiste el muchacho lindo y enojón que me gusto desde el primer día en que lo vi. Sí, me gustaba todo de ti. Te ibas y volvías cada que te daba la gana y yo... siempre esperando a que regresaras y cuando estabas esperaba a que te fueras. No todas las veces volvías tú, también volvía yo y tú seguías el juego que tanto te gustaba. La tonta era yo, lo sé.

La verdad no quiero escribir la historia tormentosa, esa ya la escribí algunas entradas atrás, lo que te quiero decir realmente es todo aquello que te mereces y que nadie te ha dicho. No seré grosera, nunca lo fui contigo aunque siempre debí serlo.


"Tu falta de amor" no es del todo una falta sino que eres de esos que sabe que la tiene segura y decide estar jugando con sentimientos y demás cosas. Eres el típico hombre todas mías que como le tira "la onda" a una se la tira a otras 20 y no nada más la onda... 
No te falta amor de alguien más, te falta amor propio o por otro lado quieres llenar algún vació que de pequeño alguien dejo, estas buscando una pieza faltante o bien sigues patrones. 
Eso de tus mentiras constantes, cambios de humor de la nada y demás cosas podrían ser una enfermedad. Deberías tratarlo, cariño. 

Pienso que nunca te han dicho la clase de basura que eres. ¡Ups! Dije que no sería grosera, pero se escucha mejor que decirte que eres una mie... de persona, total ya no importa. Personas como tú de verdad hay muchas unas más basuras que otras pero al fin basuras y el único fin que tienen esas personas es la soledad, así que ten cuidado, bebé.

Ahora ya no sé quién eres verdaderamente, conmigo eras uno, con otras otro. Pero tus mentiras siempre han estado ahí. ¡Vaya mitómano!

"El mitómano falsea la realidad para hacerla más soportable e incluso puede tener una imagen distorsionada de sí mismo, generalmente con delirio de grandeza (y sí que lo hace, su grandeza). Lo habitual es que el mitómano mienta sin valorar las consecuencias de sus mentiras. Por eso adopta ese comportamiento como base de su rol en la sociedad y crea sistemas falsos para sostener todos sus engaños".

Ya sé que muchos van a pensar que mis palabras son de una completa "ardida" y tú también lo harás, pero alguien debe de decirte lo que eres.
Te crees muy bonito por andar en tu carro maravilla creyéndote el gran Don Juan que las trae a todas vueltas locas, pero no eres más que un pobre tipo que tiene que mentir para sentirse bien con él mismo y sentir que todo lo puede. Hasta pena me da aceptar que así te quise tanto. Porque ya no te quiero, la verdad desde hace tiempo deje de sentirlo pero me aferraba a algo que nunca ibas a ser, a esas vagas y raras ideas que me hacía de ti. Poco a poco mataste lo que llegue a sentir con todas tus pend...adas. Lo raro es que te descubrí muchísimas cosas que hasta la fecha no sabes que sé porque nunca te dije nada. Eres tan bonito por fuera porque por dentro no tienes nada, eres pobre de moral, de sentimientos, de emociones, inclusive ni lo conoces.

No te odio, nunca lo haría... Okay sí lo hice hasta hace algunos cuantos días, pero ya no más, no tiene caso a odiar a alguien que no se merece absolutamente nada de mí. Ni esto, pero bueno.

A veces me pongo a pensar en aquellas mentiras bonitas que me creía y pienso en como en una persona puede caber tanto y luego pienso en las mentiras que les decías a otras y como podías aguantas a varías mujeres al mismo tiempo. Algunos no aguantan a una y tú hasta para llevar tienes. ¡Por eso si te aplaudo, eh!

De acuerdo, hay muchas cosas más que quisiera decir pero ya contienen un lenguaje demasiado ofensivo y pobre de ti. No me queda más que darte las gracias por todo aquello que me enseñaste, por la que ahora soy después de ti y por lo que nunca dejaré que me hagan y ni que yo debo hacer.
La vida siempre da muchas vueltas, ahora estás arriba, mañana estarás muy abajo pagando una por una todas aquellas cosas que has hecho mal.




¡Adiós!


jueves, 15 de octubre de 2015

Sólo apareció.

Después de mi última ruptura jamás pensé en volver a sentir algo por alguna persona, mucho menos que fuera tan rápido.
Para ser sincera mi última relación fue un tanto destructiva, un día estábamos y dos días después ya no. Lo quería y al mismo tiempo lo odiaba, eran tantos los sentimientos encontrados que tenía que me daba pavor alejarme de él, pero a la vez pensaba que es mejor irse de donde ya no te quieren, ya no te necesitan, simplemente ya no haces falta. 

Ya eran muchas las peleas, nunca estábamos bien y cuando lo hacíamos duraba unos pequeños instantes. Eso es lo que éramos, instantes.
Sí estaba enamorada de él, fueron buenos los momentos antes de que todo se comenzará a tornar gris. Era lindo conmigo, pero nunca dejo ese toque arrogante que lo caracteriza tanto.

Al principio nos gustaba estar todo el tiempo juntos, al final estar juntos era como un castigo.
Cuando terminamos me dolió bastante, pero más me dolían sus desplantes, reproches e indiferencia. Tenía que hacer algo por mí. Tenía que quererme a mí más que a él. Dejarlo ya no era una opción, era una decisión que aunque dolía tenía que cumplirla.
Pasaron dos meses de haber terminado mi relación y yo comenzaba a sonreirle de nuevo a la vida. Algunas veces sus mensajes llegaban inesperadamente, pero ya no causaban algo muy fuerte, me gustaba que aún pensara en mí sobretodo cuando yo sabía que él comenzaba a ver a alguien más. 

Una semana antes de su último mensaje mis amigas insistieron en que saliera con ellas a divertirme, lo hice y estuvo bien. Por unos momentos todo se fue al olvido y recordé lo que era ser feliz sin depender de alguien. 
Ya teníamos un buen rato en el bar cuando se acercaron cuatro muchachos a nuestra mesa, se veían "buena onda" y uno de ellos era amigo de mi amiga Sandra por lo que se quedaron el resto del tiempo con nosotras.

Había un tipo alto que me llamó un poco la atención, tenía una sonrisa tan linda y una mirada dulce y a la vez penetrante. Lo descubrí varias veces viéndome hasta que de repente sonrió y se acercó, no supe que hacer y le di un trago a mi bebida. Hable con él esa noche, intercambiamos números y por más que insistió en llevarme a casa no lo dejé, pues aun había un partecita de mí que no me lo permitía. 

A la mañana siguiente recibí un mensaje del tipo que acababa de conocer, lo ignoré por un rato y después conteste. Mandaba sólo tres mensajes diarios, los suficientes para hacerme sentir que le interesaba. "Que tengas excelente día", "Espero y estés teniendo lindo día" y "Que mañana sea un día mejor".
Después de tres semanas los mensajes no eran sólo tres, ya teníamos conversaciones largas durante el día y me sentaba bien el hecho de hablar con él y algunas veces pasaba a mi casa o a mi trabajo a saludarme. Un mes más tarde me invito al cine y acepté. Al entrar a la sala las luces aún estaban prendidas y alcance a ver una silueta muy conocida, era Alexis, mi ex novio. 

No iba acompañado de una mujer, de hecho iba con dos de sus amigos y los tres se quedaron atónitos al verme entrar con Rene
Al verlos lo que hice fue ignorar el acto y disponerme a encontrar un lugar para sentarnos, no mencione nada al respecto y Rene hizo lo mismo. Cuando terminó la película salimos primero que mi ex novio y sus amigos pero eso no fue de mucha ayuda.

De pronto ya tenía a Alexis detrás de mí.
Comenzó a reclamar como si tuviera derecho, yo sólo callaba y Rene se mantenía al margen. No hice mucho caso a lo que dijo, me di la media vuelta y jale a Rene para irnos, total él y yo ya no eramos nada. 

Camino a casa permaneció un incómodo  silencio y la verdad si temía que fuera a afectar en lo que apenas comenzaba entre nosotros. De la nada pregunto:
- ¿Aún lo quieres? - rápidamente conteste con un rotundo no y él asintió con la cabeza. 

Yo decía la verdad, no lo quería, hacia tiempo que ya no sabía lo que sentia por él. Al irse de mi casa esperaba su mensaje pero nunca llegó, sino hasta una semana después. 
Él no quería alejarse, pero sentía que yo aún no me desprendía de lo que era Alexis y esta vez no era él el único confundido. Ahora era diferente, no me confundía por lo que "sentía" por Alexis, sino por lo que estaba llegando a sentir por Rene.


Era rápido para sentirlo, pero él me estaba enseñando muchas cosas, algo que mi ex novio nunca habría hecho. Simplemente apareció, lo hizo para bien y lo hacía para quedarse.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Tú sabes quien.

No tengo idea de como empezar, de un tiempo a la fecha ya no tengo palabras, ni letras. Sólo siento algo por dentro, algo a lo que no le puedo poner nombre.

Hace tiempo me hice una promesa, pero no sé que tiene tu sonrisa o tu voz que aunque sólo me las imaginé, me hicieron romper con ella. Tampoco sé que hago escribiendo para ti de nuevo. Era parte del trato no hacerlo. 
A veces estás y a veces te vas, me gustaría que no fuera así. Que si te vas ya no vuelvas y si te quieres quedar, lo hagas pero debes de estar seguro de eso para no volver a irte.

¡Diooos! Nunca me costo tanto escribir como ahora.

Hoy te puedo decir que me rindo pero mañana no estaré segura y volveré a querer saber de ti y cuando lo haga, de igual manera no estaré segura de querer seguir haciéndolo. De todos modos tú nunca fuiste algo seguro, quiero pensar que así está bien, pero no lo está, no del todo.
Apenas lo hablamos y ya estabas haciéndolo de nuevo, que aunque "no es con intención" sabes que tu indiferencia me incómoda y hace sentirme mal. 

No pretendo nada con esto. Porque no vas a decir "Oh, sí quiero estar con ella después de esto", si no lo quisiste antes, no creo que lo quieras ahora. 

Sólo quiero que alguna vez me hables con la verdad y digas lo que pasa por tu cabeza, y más que nada que cumplas lo que dices. No te lo pido ahora, no mañana, sólo algún día. Pero espero y ese día llegue pronto, porque mi paciencia es poca y a ti ya te tuve mucha. 
¿Por qué? No lo sé, pero estoy cansada de que seas la intermitencia en mi vida. 
Tú eliges, apagas de una vez la intermitente o dejas la luz bien encendida.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Un hábito.

- Yo sé que es mejor así, que estemos lejos pero algo muy dentro de mí se aferra a que sí me quiere o le importó - seco mis lágrimas y tragó el nudo que hay en mi garganta -. pero mi razón sabe que eso es mentira. De verdad que ya no hay nada por hacer, ni decir, sólo me queda esperar y que el tiempo sane todo. Aunque sé bien que el tiempo no sana nada, lo tengo que hacer yo. 

Mi madre peina mi cabello con su mano mientras mi cabeza está en su pecho. No puedo dejar de llorar y ella intenta que lo haga.

- Cariño no sé ni que decirte porque no creía que fuera tan grande lo que sentías por él, pero ahora veo que lo es y aunque no me guste, ni nos guste, es algo que no se decide, que sólo pasa y necesitaras tiempo para poder dejarlo ir. 

Suspiró intentando pensar que contestar a eso y digo:

- Madre, ni siquiera yo sabía lo mucho que llegue a sentir por él - suspiro de nuevo -. Se metió de la nada en mi corazón y por más que quiero sacarlo se aferra a estar ahí, es algo que yo no quería y paso. No me gusta pensar en él, ni checar sus conexiones o su perfil de Facebook, tampoco me gusta hablar de él con mis amigas, ya no quiero - trago saliva -. No recuerdo cuando comencé a hacerlo, cuando le di el mayor puesto a él y me convertí en sumisa de mis sentimientos - levanto la mirada hacia mi madre y hago un puchero -. Quisiera borrar de mi memoria la parte donde aparece él, no recordarlo más, ni siquiera saber que existe pero estoy consiente que eso es imposible y debo aceptar esto - seca las lágrimas que corren por mi cara con su mano y me deja seguir hablando -. Debo hacer a mi corazón fuerte, soldar los pedazos y hacerlo frío, tan frío que ya no sienta nada... Ni el dolor, ni todo el amor. 

Toma mi cara con sus dos suaves manos y se dispone a hablar.

- Hija, sé lo difícil que eso es y más cuando Alexis es tan egoísta, que si le da la gana vuelve como si nada y sé que ahí vas a estar, porque a mi también me paso muchas veces con tu padre. Quisiera poder ayudarte tener la fórmula para que lo olvides pero no, no existe y no queda más que afrontar esto y aunque sé que duele va a pasar y será sólo un recuerdo como los demás - me da un tierno beso en la frente y abraza mi cabeza de nuevo a su pecho -.

- No sabía que fuera tan débil, nunca lo había sido. Si me herían le mandaba por un tubo y seguía con mi vida, no era tan idiota para volver con alguien, para creer de nuevo en él. Tú me enseñaste a ser así.

- Sí, yo te enseñe lo que era ser fuerte, no dejarte de nadie, pero en el corazón y en el alma no se manda

No sé que decir a eso, pues en cierto modo tiene razón, pero respondo.

- No sé que hizo, pero saco a esa idiota que volvería a estar para él cada vez que se le diera la gana de quererme otra vez. Ni siquiera me siento enamorada, sin embargo estoy agonizando, Madre. 

Nunca había tenido una conversación así con mi madre y la verdad era que me hacia sentir bien que me escuchara y me diera ánimos. 
Me apretó con más fuerza hacia ella y recargó su cabeza en la mía.

- Me duele tanto verte así, eres mi hija. Quisiera ir detrás de ese hijo de **** y hacerlo pagar por el daño que te está haciendo. 

Estoy sorprendida, pues mi madre no es de esas que dice palabrotas, pero tal vez yo haría lo mismo si fuera mi hija a quien veo sufriendo.

- Ya no sé si el daño me lo hace él... o yo. ¿Cuándo desaparecerá esto que siento?

- Cariño, un hábito tarda 29 días en desaparecer. Tú ya llevas 10 sin él, pronto pasara.

Me aparto de su pecho, bajó y subo la mirada varias veces hasta que digo en un tono de resignación:

- Madre, él no era un hábito, él era amor. 

jueves, 3 de septiembre de 2015

Hoy.

Hoy desperté extrañándote más que otros días...

Sé que es demasiado tonto seguir creyendo en algo que en realidad nunca existió. También comprendo que sentirte mío es un error y peor aún seguir pensando que me quieres y me extrañas cuando sé bien que no. 
Yo no quise que "lo nuestro" terminara de esa manera, pero no había otra opción. Estar juntos era complicado, pero estar cada quien por su lado, también lo era. Hoy puedo decir sinceramente que la distancia es la mejor para nosotros dos. 

Somos tan diferentes pero a su vez demasiado iguales, el orgullo nos distingue y nunca nos dejo avanzar. 
Ya no importa escribirte y que no me leas, tampoco me interesa que esto llegue a tus manos, supongamos que está es mi salida de emergencia y nada más. 

Siempre ame tu caos, tu fracaso; esa parte de ti que no tiene remedio, no interpretaste bien mis sentimientos pues te fuiste pidiendo a alguien que amara todo aquello malo que hay en ti, que te llevara con todo incluido. Que ironía. 


Hoy también decidí que sería la última vez de muchas cosas.


Me dispuse a olvidarte; a sacar de mi mente cualquier recuerdo tuyo, aquellos que me erizan el alma y me apachurran el corazón. Este es el último día que reniego por un beso tuyo, por una caricia, un mensaje, un buenos días. Es la última vez que te quiero conmigo, que necesito tus brazos, tus manos, tu cuerpo. 
Me atrevo a arrancarte de mi vida para ya no ver tus ojos cafés, tu sonrisa de lado, tu cabello a veces despeinado y esos labios. 

Ahora mismo te vas para siempre, ya no vas a volver, créeme. Así lo quisiste tú, ahora así lo quiero yo. 
Por fin cerraré el ciclo, la historia INCONCLUSA; está vez estoy decidida. 

Hoy fue el último día que me hiciste daño con tu orgullo e indecisión. Hoy es el último día que te quise conmigo y te adoré de corazón. 

domingo, 23 de agosto de 2015

Idiota.

Algo bueno tenía que haber salido de ti. Que lástima que haya sido de esa manera.

Que me engañarás así jamás paso por mi mente, te quería tanto que me era imposible pensar en que tú me harías daño. Éramos amor y miel. 

Me querías, no sé para qué, pero lo hacías. 

Ella, la que siempre fue mi amiga, la que te presente como mi hermana. ¿De verdad con ella?
Era tanto mi amor por los dos que no veía o no me quería dar cuenta de lo que pasaba, ni siquiera amigos eran. Lo tenían muy bien planeado. 

Siempre pensaron en ustedes dos y nada más, no vieron lo que causarían en mí. Puedo decir que yo perdí más, te perdí a ti, al que amaba y la perdí a ella, mi confidente. Tal vez y fue mi culpa, pues siempre le hablaba de ti.

Yo fui quien la enamoro de ti, que estupidez. 

Había escuchado que de lo malo siempre sale algo bueno y así fue. Gracias a su traición me libre de dos personas que no eran lo que aparentaban, de esas que con el tiempo de igual modo dejarían caer la máscara. 
En realidad me gustaría darte las gracias, no por lo que me diste cuando estuvimos juntos, eso ya simplemente será un recuerdo, sino por haberme mostrado lo que en realidad eras. El idiota que me engañaría con mi mejor amiga. 

lunes, 10 de agosto de 2015

Viajero.


Yo le quería, le adoraba pero eso no fue suficiente.


Era feliz sin ti, vivía la vida como quería y andaba por ella sin que nada me preocupara. Sabía que existías, pero no eras parte de mí. Un día decidiste aparecerte, formar parte de mi historia; aunque no querías permanecer tanto tiempo en ella, eras sólo un viajante, un visitante más. Te acepté, te instalé en el mejor de los lugares y te compartí mis secretos. 

Al pasar del tiempo no podía andar por ahí sin saber algo de ti, me preocupaba esa dependencia, esa estúpida y cruel dependencia. Esperar tus mensajes, tus llamadas y tus visitas era cada vez más desesperante. Me estaba volviendo loca por un viajero sin destino. Te ibas y regresabas cada vez que querías, me extrañabas y me odiabas dos veces por semana, "quererme" era algo muy falso, "quererte" era en realidad muy malo. 
Te ofrecí el mejor de los hospedajes, te brinde la mejor de las atenciones y sólo eras tú quien importaba en esta historia. Me olvide de mí para enfocarme sólo en ti. Te quería más de lo que imagine algún día. 

Llego la hora de tu partida, yo no la esperaba, agarraste tus cosas y te fuiste sin decir nada. El corazón se me hacia chiquito, se partía en cachitos, y yo sin poder hacer nada. Esta vez te fuiste y no volviste enseguida, no me quisiste después de odiarme. 
Me aferre a ti por un largo tiempo, te soñé, te llamé, te lloré. Tú nunca volviste. 

Ahora intentó rehacer mi historia, como cuando sabía que existías pero no me importabas, como cuando no me llenabas el alma. Era mejor dejar que siguieras tu viaje, no puedes obligar a nadie a quedarse y era un hecho que tú no querías quedarte.

martes, 4 de agosto de 2015

No lo logré.


No han pasado ni dos meses desde que decidí hacerme a un lado en tu vida y créeme, la estoy pasando mal. 

En realidad no sé si te extraño o me acostumbre a ti. Es patético revisar mi celular cada cinco minutos con la esperanza de que haya un mensaje tuyo, aunque sé que no lo habrá más. Es frustrante entrar a tu chat y no ver un "escribiendo..." o peor aún verte en línea y no poder hacer nada. 
Me duele que no seamos más, pero me estaba destruyendo mucho ahí. Yo soy todo o nada, para mi no existen los intermedios y eso es lo que te gusta a ti. 

Te conocí sin pensar que me importarías tanto y ahora así te tengo que dejar. Fuiste una casualidad y estas no duran mucho, pero fue bonito conocerte, quererte y perderte. Te extraño, aunque nunca te lo dije, a pesar de que no lo demostré. Te quiero, aunque nunca lo sentiste, aunque nunca te importó. 

Me fui aunque te quería, porque no eras mío y aunque lo intente, no lo logré. 

lunes, 3 de agosto de 2015

Mío en la eternidad.


Tal vez el destino nos está jugando una broma macabra o simplemente nos conocimos demasiado tarde,  o demasiado  temprano, o peor aún nunca debimos conocernos. 

A lo mejor no debí respirar tu aroma, dormir en tu pecho, besar tus labios e impregnarme de tu alma. 

Porque aunque esta vez el destino no esté de nuestro lado, siempre serás tú, tan malhumorado, tan tierno, tan fugas, tan mío por la eternidad.

Alguien como tú.


No te enamores de una persona como tú, de verdad, no quieres ver el monstruo que eres cuando intentas enamorarte de alguien. 

No te recomiendo tampoco quererla, pues un día estarás seguro del amor que te tiene y al amanecer ya se habrá ido con el sol todo aquello. 

Tu jodida manera de querer no se la deseo a nadie, ni siquiera a ti, que un día me quisiste y al otro sólo te fuiste.

domingo, 2 de agosto de 2015

Ella.

¿Alguna vez has sentido que tienes esa amiga que se mete en tus relaciones por el hecho de no sentirse sola? O bien para encajar a la hora de salir contigo y tu novio o el muchacho que te gusta. 

Yo lo sentí y no sólo una vez, ni con una sola persona. Digamos que tengo un pequeño imán el cual atrae malas personas y no hablo en especial de hombres, no siempre son los malos del cuento, también hay villanas. 
Mi amiga no era sólo eso, ella era muy especial para mí, en ocasiones pensaba que era la mejor, pero en ciertos momentos algo pasaba. 

Conocí a un muchacho, en verdad me gustaba, comencé a hablarle de él, a mostrarle algunas fotografías, a decirle que él me hacia feliz. Ella como siempre me apoyaba pero él no le caía del todo bien. 


La mayoría de las veces nos hacemos amigas del novio de tú amiga y es algo normal, hasta cierto punto está bien. El problema es cuando sobrepasas esa confianza que te dan, hay que saber hasta donde podemos llegar y cuando debemos parar.

Comenzaron a hacerse amigos, a hablar de vez en cuando, no era molesto, me parecía bien que le diera una oportunidad e intentara cambiar el concepto que tenía de él. Ella era la tercia y siempre quería estar ahí, eso algunas veces incomodaba, otras intentaba ser el centro de atención. 
Mi relación poco a poco se iba deteriorando y no era su culpa pero ya sentía algo más hacia ella. No le dejaba de caer mal mi ex novio, pero tampoco dejaba de ser su "amiga", por así decirlo. Cuando termine mi relación que para ser sincera fue un tanto destructiva para mí, ella hablaba más con él, en todo se metía y estaba más al pendiente de su vida que yo. Eso no me gustaba nada, pero ¿Cómo explicárselo? ¿Cómo decirle que se veía mal que estuviera haciendo eso? ¿Cómo le decía que me dolía? 

Es absurdo hacerte amigo de la persona que le está haciendo tanto daño a tu amiga o a una persona que quieres. 

No era la primera vez que me pasaba, no era siempre ella quien lo hacía, ni siquiera era la misma historia. El problema era que se interesaba tanto por permanecer en la vida de quien más me había hecho daño. 

jueves, 23 de julio de 2015

¿Amor?

¿Y si en realidad no nos queremos como decimos? 

De un tiempo a la fecha no somos los mismos de antes, nos falta algo, ya no hay ese "clic" al juntar nuestras manos. A decir verdad tus besos ya no me provocan y mis caricias no te encienden. Se nos muere el deseo de estar juntos.

A ti no sé que te pasa, a mi tus desaíres me tienen cansada. Ya no te emociona verme, eres frío, serio y tu intensidad se escapa. Me da miedo perderte, pero no sé si así quiero tenerte. Tu mal humor aumenta cada día y agota mis ganas de seguir siendo sólo la que calmé a "la fiera." 
Dices quererme pero ya no se nota, y yo sigo siendo la tonta. 

Tranquilo cariño, está es la última carta.

Me canse de ser esa por lo que ya no quieres luchar y es mejor que me vaya. Espero y al irme no te des cuenta de lo que tú eras para mí, es mejor ya dejarlo así. Ten en cuenta que no quiero tu lástima y menos quiero ser tu costumbre. Ahora bien amor mío, te dejo libre; le digo adiós a esta monotonía de ser uno sólo. Tal vez y nos encontramos a destiempo, tal vez y me vuelva a encontrar con tus besos. 

lunes, 20 de julio de 2015

Las últimas letras.

Que te fueras de mi lado nunca estuvo en nuestros planes o al menos, no en el mío.

Te quería o te quiero, ya no lo sé, siempre te preferí a ti antes que a cualquier otra persona. Siempre fuiste mi todo, ahora eres nada. 

Bien dice la gente que soy una tonta por aferrarme a algo que sin duda alguna ya no es mío, pero nadie sabe en realidad como me siento. Mis amigas preguntan como estoy, me abrazan cuando estoy triste y muchas veces lloran conmigo. Te odian como yo debería hacerlo, pero es tonto hacerlo. Al menos eso pienso. 

¿Sabes algo? Hoy viendo conversaciones viejas me di cuenta que si te extraño, o extraño tu compañía. A veces te quiero de vuelta, otras en otro planeta, pero también me di cuenta que esto sólo me hace daño y es mejor dejarte ir por completo. Ser libre de ti y que lo seas de mí. 


Hoy te dejo ir con todos tus recuerdos incluidos. 


No nací contigo, por algo te cruzaste en mi camino pero es hora de cerrar ese ciclo. Los días grises los pintaré de colores, correré las cortinas del cuarto, saldré de fiesta y no beberé por despecho. Voy a cantar y bailar, que todos se den cuenta que tengo el peor ritmo del mundo. Seré feliz sólo conmigo. 

Querías una persona que fuera más feliz que tú, ¿cierto? 

Mi felicidad ya no tendrá tu nombre, seré más egoísta y seré yo, nadie más que yo. Hoy te quitó el poder de hacerme daño, con tu recuerdo, con mirarte de lejos. 
Te diré adiós y está vez después de dos años te lo digo completamente en serio, ya no vivirás en mí. 

Me decidí a dejarte, unas cuantas letras más y te echaré al olvido. Voy a ser mucho más feliz y esta vez no es por ti, es exclusivamente por y para mí. 

lunes, 6 de julio de 2015

Enamórate.

No soy perfecta, nunca lo he sido y créeme nunca lo seré, sin embargo hay algo que debes saber, y es que estar contigo me hace mejor persona, mejor mujer.

No temas de mis imperfecciones, no son tan malas si las ves bien. Son un poco tontas, se enamoran con una mirada, una sonrisa o una palabra. También son bastante cursis, pues aquí me tienes escribiendo para ti aunque sé bien que ni siquiera te gusta leer. En fin, que puedo hacer.

Que no te dé miedo enamorarte de mí, te aseguro que es lo mejor que pudieras hacer, yo sí sé querer, cuidar lo que amo y entregarme por completo a ello. Pondré en ti toda mi  fe. 
Por un largo tiempo fue un error ser esa persona que por ahora a nadie le interesa, una romántica empedernida. Tenerte ahí, parado junto a mí me hace tener el valor para arriesgarme, dejar todo atrás, pelear por ti y quererte como lo sé hacer.

Será complicado, lo bueno siempre lo es.

Enamórate de mí, no por lo que diga al hablarte o escribirte, enamórate de lo que te digan mis ojos al verte, mi risa nerviosa cuando dices "hola" y mis manos temblorosas cuando por accidente las tocas. Sé que puedes verlo, quiero que puedas hacerlo.
Enamórate de la que soy cuando estoy contigo, es la mejor versión que existe de mí. 

Tan imperfecto como yo es imposible que seas, tú irradias luz, llenas de paz, me das tranquilidad y aunque a veces no quiera aceptarlo estoy convencida que eres tú quien es diferente a todos los demás. 

Enamórate de mí, prometo no te vas a arrepentir. 

lunes, 29 de junio de 2015

Por siempre la mejor mujer.

Como olvidar el domingo más amargo de mi vida. El cielo se pinto de colores cuando llegaste, los ángeles entonaban cantos celestiales pues había llegado una mujer maravillosa a hacerles compañía.

No tengo idea de cuantas veces te dije que te quería, pero sé que lo hice. Nunca pude decirte "te amo", cuando te fuiste aún no comprendía que clase de sentimiento era. Si lo sentía, yo te amaba y te seguiré amando aunque por el momento no estemos juntas.
Siempre fuiste una mujer capaz de sacar a todos adelante, nunca te importaba lo cansada que estuvieras, los dolores que sintieras tú estabas para todos. Para mí siempre fuiste mi segunda madre, la mejor consejera, la abuela más juguetona, la más ocurrente y entre muchas otras cosas, la más amorosa. No te recuerdo enojada, todos los días tenías una sonrisa y contagiabas tu alegría. 

Recuerdo a mi abuela sentada a la mesa, con una taza de café frente a ella y una pieza de pan a lado. La recuerdo fumando a escondidas, no le gustaba que la vieran hacerlo. Me acuerdo como dormía, como gritaba, como reía a carcajadas, hasta como tosía. 

La recuerdo feliz, la recuerdo conmigo. 

Siempre fui la nieta empalagosa, la que por cualquier cosa quería ir con su abue. Vivíamos a dos cuadras y cuando me mandaban a la tienda tomaba mi bicicleta y me iba hasta la tienda que quedaba más cerca de su casa aunque tuviera una enseguida de la mía, pasaba a darle los buenos días y a darle un beso enorme, muchas veces me quedaba bastante tiempo platicando con ella y mi mamá enojada esperando a que yo regresara de la tienda, con decir "estaba con mi abue" evitaba el regaño. 

Estaba prohibido llamarle abuela, decía que era algo feo. Ella fue mi abue, la señora sonrisa encantadora. 

Todos los días estaba con ella, salía de la escuela y me iba a su casa. Le ayudaba a hacer comida, después de comer nos pasábamos la tarde jugando cartas, riendo o comiendo chucherías. Nunca me quería ir de su lado. En vacaciones desde temprano ya estaba en su casa, era el mejor lugar del mundo para estar, y así no estábamos solas ninguna de las dos. Mis papás trabajaban, mi abuelo también lo hacía todo el día, era el pretexto perfecto para estar juntas.

Ella fue la mejor y estoy segura que no sólo lo fue para mí. 

Jamás voy a olvidar todo lo que vivimos juntas, en realidad fueron los mejores 13 años de mi vida, en los que Dios me presto a un ángel tan maravilloso como lo fue ella. 

No me olvido de ella, nunca lo haré pues sé que está conmigo y nunca me deja caer. Desde hace siete años y medio la sueño casi a diario, aún escucho su voz por la casa y la mayoría del tiempo quiero encontrarla en su lugar de siempre, al frente de la mesa con su taza de café y sonriendo a la puerta porque ya llegue. 




jueves, 18 de junio de 2015

Vicio.

Nunca imagine que enamorarme de ti sería lo mejor.
Te encontré por ahí, sin rumbo ni dirección, estabas perdido y no sabías donde refugiarte. Yo extendí mis brazos y te di calor con un toque de amor, era mágico y encantador. 

Me gustaba tenerte junto a mí.

En ocasiones  te costaba mucho expresar tus sentimientos pero cuando lo hacías era de la mejor manera, me hacías sentir querida y que era yo quien realmente te hacia feliz. Estar juntos era más que un vicio para los dos. 
Sabía que nuestro amor no duraría toda la vida, pero lo que realmente me importaba era darte todo en el momento. Yo quería lo mejor para ti, no quería verte perdido y sin rumbo de nueva cuenta. Poco a poco lograste colocarte en lo más preciado que tenía, eras como un premio, ese el cual me encantaba abrazar y besar. Quería estar siempre a tu lado. 

También me querías, lo demostraste mucho tiempo pero el momento de volar a otros brazos te llego, no pude hacer nada para detenerte. Quería que fueras libre y feliz aunque yo no estuviera en tus planes. Te devolví las ganas de querer a alguien, te di la confianza de creer en ti y le quite esa coraza a tu duro corazón. Quería ser yo la afortunada, pero no fue así. 
Encontraste a alguien que te entendía mejor que yo, o al menos eso creíste un tiempo. Me dejaste en segundo plano pero a su vez ella era "el plan B", no te dabas cuenta que al verme desbordabas todo aquello que me hizo enamorarme de ti, esa ternura, ese amor. Eras mío, aunque no lo fueras por completo.

Un día volviste, perdido, sin rumbo, ni dirección como cuando te encontré. 

Decidí aceptarte, te devolvería al camino como lo había hecho antes, no importaba que me dejarás después de un tiempo, pues sabía que siempre serias mío. Era sencillo, tu amor era egoísta de esos que te quieren pero a la vez no, te dan todo pero te lo quitan de golpe.

Eras mi vicio y no podía dejarte.
Sabia que siempre lo serías  y aunque estés en otros brazos, con otro calor, otro amor, nunca te irás de aquí. Fui yo quien te enseño a querer, fui esa que te devolvió las ganas de vivir, de volver a sentir. No me arrepiento, hice bien mi trabajo y lo seguiré haciendo.
A menudo volverás cuando estés perdido, no tengas a donde ir y estés devastado pensarás en lo nuestro, en todo aquello que te di y que siempre te daré. Me enseñaste a amar, a ser algo más por la persona con la que quieres estar. Eres todo y a la vez nada. 

Jamás me cansaré de ti, pase lo que pase te aceptare, te daré mi calor, mi amor, mi ser porque eres mi vicio y como tal por más que lo intente no te podré sanar.

jueves, 11 de junio de 2015

Una loca enamorada.


A veces me pregunto qué habría pasado si hubiésemos coincidido al mismo tiempo y en el mismo lugar...

Tal vez nuestra historia sería una de las más bonitas jamás contada y los corazones, las flores y el romanticismo formarían parte de ella. Seríamos tan felices juntos. 

Lo conocí un domingo cualquiera, un día tan normal, en uno de esos que sientes será el mejor de todos. Yo no sabía quien era y ni imaginaba lo profundo que llegaría a meterse en mi vida, pero no era uno más del montón había algo que lo hacia diferente, algo que le daba luz. 

Se acerco a mí y dijo "hola", en ese momento juro que fue inevitable no enamorarme de su sonrisa o de esa dulce mirada. La verdad no sé que decía, no lo escuchaba pues estaba perdida en su cara y la forma en la que movía los labios al hablar. Era... no sé lo que era, pero me gustaba. 
Pasaron semanas y sólo pensaba en aquel Domingo donde apareció, me gustaba pensar en él e imaginar que él también estaría pensando en mí. Era linda la idea. 

Al despertar un sábado sin ganas de ir al trabajo, tome mi celular y cheque la bandeja de entrada de mensajes. ¡Oh sorpresa! Él encabezaba la lista y sin darme cuenta ya estaba sonriendo como una tonta enamorada. 

"Buenos días ojos bonitos, espero y tengas un excelente día." 

Recuerdo que leía una y otra vez el mensaje antes de contestar, quería asegurarme que fuera verdad. 
Comenzamos a enviarnos mensajes con más frecuencia hasta que lo hacíamos día y noche, hablábamos de cualquier cosa y por más simple que fuera el otro la hacía interesante. Me encantaban sus mensajes. 

Al volvernos a ver, intentaba escucharlo pero mis pensamientos me sacaban de la realidad y tenía una pequeña charla con mi yo interno (las dos coincidíamos en que era diferente). Me toco hablar a mí y no hacía otra cosa más que verme y sonreír, eso era intimidante y a la vez muy lindo, aunque prefería que no lo hiciera pero él insistía en seguirlo haciendo 
Hablamos por horas y era realmente increíble lo que me hacía sentir que ya no quería despedirme nunca de él y aguantarme días hasta volverlo a ver. Era eso que siempre busque, el romántico empedernido que no lograba aburrirme.

Un día al estar juntos toco una canción para mi con su guitarra, siendo sincera me emocione tanto y me hizo adorarlo aún más. Al terminar la canción le robo un beso a mis labios y después se le escapó un "te quiero", no supe que decir, también lo quería pero sólo sonreí. 
Después ya era normal que tocara su guitarra para mí más veces a la semana y cantáramos juntos con esas ganas de terminar la siguiente canción y poder llegar al beso final. Ese gran final era mi favorito.

"Sabes, aunque parezca tonto estoy enamorado de ti y te quiero. Tienes unos ojos hermosos, una sonrisa de millón y tu forma de ser enamora a cualquiera." 

Jamás imagine leer eso, alguien sentía lo mismo que yo por él. Mi yo interno tenía su propia fiesta de bienvenida, sacudía telarañas, limpiaba los muebles y resanaba grietas de las paredes. Yo estaba dispuesta a dar todo, quería estar con él siempre.
Estaba segura de que él sería el más bonito abril en aquel nublado otoño, pero era aquí donde siempre terminaba todo.

Me gustaría fuera real. Me gustaría que todos los días me dedicara una sonrisa, no sólo en mis noches locas...

Era bonito pensarlo, lo hacía a diario, y aunque únicamente estaba en mi mente me gustaba imaginar la misma historia cuando lo veía con esa sonrisa de la que me enamoraba cada vez que lo soñaba. Esto me pasaba con sólo verlo parado al otro lado de la calle, sin que él pudiera verme, sin que yo existiera en su mundo, aunque para mí, él fuera siempre mi único mundo.

sábado, 30 de mayo de 2015

Siempre serás tú.



Hoy te volví a ver con esa sonrisa de la cual me enamoré y a pesar de todo me erizo la piel.

Tenía más de dos meses sin verte los cuales se me habían ido muy lento, sentía que ya había pasado muchísimo tiempo desde aquel día en que te eche de mi vida. Durante este tiempo pensé que ya te había dejado de querer, intente sentir algo por otra persona y para ser franca me gusto la atención que él me ponía, esa que siempre quise tener de ti. 
Siempre pensé que eso de "un clavo saca a otro clavo" era en lo absoluto una tontería y lo peor que se le podría hacer a alguien, pero lo hice. Me aferre a algo que no sentía con tal de olvidarme de ti y no puedo negar que me emocionaba su sonrisa, pero no causaba el mismo efecto que la tuya.

Estar sin ti era fácil cuando él estaba cerca, pero en cierto momento del día te recordaba y aunque es cruel decirlo comparaba sus besos con los tuyos, las caricias de ambos me llenaban, pero las tuyas lograban tantas cosas que ni siquiera podría explicar. 

Todo iba muy bien para ser verdad y sinceramente debo darte las gracias. 

Gracias al daño que me hiciste me cuesta trabajo confiar en la gente, más en aquella que jura demasiado amor. Él no era lo que parecía y al descubrir sus verdaderas intenciones involuntariamente pensé en ti, es confuso lo sé, pero en realidad nunca te olvide mucho menos te deje de querer. Al pasar por esto logré darme cuenta que no estaba segura si de verdad quería sacarte de mi vida por completo, las ganas por hablarte y decir que sí a tu petición de ser amigos me inundaban pero había algo que me frenaba a hacerlo, ese orgullo tan grande que tengo.

Conforme pasaban los días más pensaba en ti y me convencía a mí misma que ser amigos no sería algo tan terrible, ya lo habíamos sido antes y podíamos serlo ahora. 

¡GRAN ERROR!

Después de verte me di cuenta que aunque yo quisiera hacerme a la idea que podría ser sólo tu amiga, no lo lograría. Al verte mi corazón se acelero como de costumbre, mis manos sudaban más de lo normal y al encontrar tu mirada perdida en la mía no pude evitar sentir ese choque de emociones que siempre provocaste. Sonreíste al verme y sin darme cuenta ya estaba dando pequeños saltitos por dentro de la emoción. 

Ahora ya estaba convencida. Ser amigos era algo que no quería, no podía y me rehusaba una y otra vez; tu lugar estaba en ser ese amor que me llenaría el alma, los sueños, las emociones, la vida misma, serías por siempre un amor imposible, aquel que por más que quieras nunca se olvida.

lunes, 18 de mayo de 2015

No te preocupes por mí.

Lunes 18 de mayo de 2015
6:41am 
"Estoy consciente de que no merezco ni un solo segundo de tu atención, solo te puedo decir algo y contigo no pude explicar nada ni siquiera decir nada espero puedas tomarte el tiempo de leerlo. Sabes ayer vi a dos demonios que me siguen desde hace tiempo que me atormentan y los vi en carne propia, vi el coraje y la indiferencia y cada uno de esos con mucha  decepción, hubiera preferido mil veces que también me hubieras reclamado o golpeado a que simplemente hayas guardado silencio, esos demonios de los que te conté ahorita creo que yo soy el que los quiere y los merece y solo aparecen en momentos y se van pero queda el dolor... quedo el dolor  de haberte lastimado de nuevo era lo que menos quería solo tu y yo sabemos que de verdad me preocupaba desde el hecho de que alguien te había lastimado hasta tus problemas cardíacos. La verdad es que contigo también pretendía estar al margen de todo solo tener una amiga pero era imposible no mirar esos ojos tuyos y ver tu forma de ser, con solo mirarte era como un paraíso en una mirada. no quería causar ninguna impresión de ser alguien para ti, lo que no quería hacerte, te lo hice. es por eso que cuando me escribiste lo que había hecho sentir en ti me sorprendió como te dije pero mas me aterro no supe como decirte no quería lastimarte con la verdad sin pensar en las consecuencias... y como no podía dejarte de golpe pretendía alejarme poco a poco de ti era la única manera que pensé para no hacerte sufrir o daño (perdón por ser tan cobarde) Daniela te soy sincero cuando te digo que no solo hay hombres como tu ex y yo tal vez tuviste muy mala suerte con nosotros. pero tienes una facilidad enorme de enamorar y de hacer feliz a gente, porfavor no lo dejes de hacer por mi culpa eso seria darme importancia, y lo unico que merece una persona como tu es ser feliz... enserio Perdon por todo lo que cause, causo o pueda causar."

Ese fue tu último mensaje y para ser sincera no sé si reírme o echarme a llorar. Aquí esta tu respuesta

Si algo sé es que el silencio es la mejor forma de matar a alguien y esa noche lo comprobé. También comprobé que todas mis dudas eran ciertas y no eras quien aparentabas.

Por primera vez ser la mayor desconfiada del mundo me sirvió, y tú podrás decir que lo que digo ahora no es verdad pero esto te lo dice mi verdadero yo. Decirte que te quería fue un gran error, confundir amor con compañía es lo peor y más  cuando la persona es alguien parecida a ti. Ahora me doy cuenta porque. 

Nunca te sentí mío, nunca sentí ese "tanto amor" que jurabas tenerme y menos creí el "estoy enamorado de ti". No te enamoras de alguien en un mes. Nunca te pareció que cuestionará eso, te sentías ofendido y siendo franca eso me hacia dudar aún más. 

Mis amigas sabían de ti y llenaban mi cabeza de locas ideas, ideas que cada vez me iba creyendo más y las iba comprobando. 

¡No te preocupes por mí!

Yo estoy bien, más de lo que pensé, quería quitarte la máscara y lo logré. No me duele lo que intentaste hacer porque conmigo no te funciono, no logré enamorarme de ti y eso es lo mejor. 
Tus palabras me hacían sentir bien, pero era demasiado bueno para ser verdad, así que no confié.

Un perdón no basta para remediar lo que hiciste ¿pero sabes qué? TE PERDONO. 

Te perdono por demostrarme que eras lo que siempre creí. Por enseñarme que existen peores personas de las que conocí. 

Pero sobre todo te doy GRACIAS. 

Gracias por hacerme ver que no existe nadie más que yo para hacerme feliz. Gracias por volverme a hacer creer en mi desconfianza. Y gracias por todas las mentiras bonitas, casi me las creí. 

No te preocupes por mí, yo me puedo enamorar, entregar lo mejor de mí, dar todo sin recibir. En cambio tú no conoces la palabra AMOR. No te deseó ningún mal, sé feliz, sigue "viviendo" la vida es sólo una, pero así como es una, se las cobra todas. 

Espero que tu próxima víctima se de cuenta a tiempo como yo de lo que en realidad eres, tan fugaz, tan falto de cariño, tan tú. 

No te preocupes por mí, yo seré feliz como mucho antes de conocerte a ti. 

sábado, 16 de mayo de 2015

Tres amores.

Nunca imagine que ese día te encontraría a ti y que fueras tú el hombre perfecto para arruinarme la vida.

Para ser sincera no sé si nuestra historia pudiera ser llamada "de amor". Jamás pensé que serías quien me hiciera tan feliz y al mismo tiempo quien me hiciera el más grande daño. 

Quizás el destino nos cruzo en mal momento.

Yo terminaba una relación de años y tú intentabas olvidar tu pasado, un pasado que te dejo tan marcado que por más que intentara sanar las heridas, nunca lo lograría.
Siempre he considerado que en la vida existen tres clases de amores: tu primer amor, el amor de tu vida y con quien te vas a casar. Para mí, mi ex novio era el amor de mi vida y con quien planeaba casarme. Me equivoque. Gracias a ti comprendí que él simplemente era con quien me casaría y que tú serías mi gran amor, el amor de mi vida.  

Cuando estaba con él no sentía las mariposas revoloteando por todo mi cuerpo, tampoco sonreía como estúpida al momento de verlo, sus manos ya no me hacían temblar y sus besos no me hervían la sangre. Ahora eras tú quien causaba todo eso en mí. 

Me encantaba escucharte hablar, que fueras amigo de mis amigos y que contigo pudiera ser quien soy, sin máscaras, ni ataduras. Me gustaba todo de ti. Sólo había un detalle, tu pasado. 

A pesar de que te hice sentir cosas que con nadie habías sentido, no me dejaste entrar por completo. Nos alejamos tantas veces, las cuales regresabas a mí como si nada hubiera sucedido, como si nunca me hubieses hecho daño. Me decidía a intentar olvidarte, a no seguir siendo presa de tus dulces y encantadores labios y por algún extraño motivo volvías a mi. No me querías contigo, pero tampoco te veías sin mí.

Llego el momento de sentirte tan seguro de lo que sentías por mi que me hice a la idea de que muy pronto estaríamos juntos, y eso me llenaba completamente de felicidad. Tú también te hiciste a la idea, pero en ti no tuvo el mismo efecto.

Decidiste alejarte, dejar a un lado tus sentimientos y volver a tu burbuja del pasado sin importar que yo estuviera queriéndote más que nunca, negándote a ti mismo que lo que sentías por mí te hacia sentir mejor de lo que nunca nadie lo había hecho. 

Tenías miedo de volver a sufrir y de hacerme sufrir. Estúpido miedo egoísta.

Esta vez todo iba en serio, te alejaste y decidí ya no irme contigo. Ser amigos ya no era opción, deshacerme de ti era lo mejor. 
Ahora tú estás por ahí, con amores de una noche y yo aquí, soñandote conmigo todas las noches.