Después de mi última ruptura jamás pensé en volver a sentir algo por alguna persona, mucho menos que fuera tan rápido.
Para ser sincera mi última relación fue un tanto destructiva, un día estábamos y dos días después ya no. Lo quería y al mismo tiempo lo odiaba, eran tantos los sentimientos encontrados que tenía que me daba pavor alejarme de él, pero a la vez pensaba que es mejor irse de donde ya no te quieren, ya no te necesitan, simplemente ya no haces falta.
Ya eran muchas las peleas, nunca estábamos bien y cuando lo hacíamos duraba unos pequeños instantes. Eso es lo que éramos, instantes.
Sí estaba enamorada de él, fueron buenos los momentos antes de que todo se comenzará a tornar gris. Era lindo conmigo, pero nunca dejo ese toque arrogante que lo caracteriza tanto.
Al principio nos gustaba estar todo el tiempo juntos, al final estar juntos era como un castigo.
Cuando terminamos me dolió bastante, pero más me dolían sus desplantes, reproches e indiferencia. Tenía que hacer algo por mí. Tenía que quererme a mí más que a él. Dejarlo ya no era una opción, era una decisión que aunque dolía tenía que cumplirla.
Pasaron dos meses de haber terminado mi relación y yo comenzaba a sonreirle de nuevo a la vida. Algunas veces sus mensajes llegaban inesperadamente, pero ya no causaban algo muy fuerte, me gustaba que aún pensara en mí sobretodo cuando yo sabía que él comenzaba a ver a alguien más.
Una semana antes de su último mensaje mis amigas insistieron en que saliera con ellas a divertirme, lo hice y estuvo bien. Por unos momentos todo se fue al olvido y recordé lo que era ser feliz sin depender de alguien.
Ya teníamos un buen rato en el bar cuando se acercaron cuatro muchachos a nuestra mesa, se veían "buena onda" y uno de ellos era amigo de mi amiga Sandra por lo que se quedaron el resto del tiempo con nosotras.
Había un tipo alto que me llamó un poco la atención, tenía una sonrisa tan linda y una mirada dulce y a la vez penetrante. Lo descubrí varias veces viéndome hasta que de repente sonrió y se acercó, no supe que hacer y le di un trago a mi bebida. Hable con él esa noche, intercambiamos números y por más que insistió en llevarme a casa no lo dejé, pues aun había un partecita de mí que no me lo permitía.
A la mañana siguiente recibí un mensaje del tipo que acababa de conocer, lo ignoré por un rato y después conteste. Mandaba sólo tres mensajes diarios, los suficientes para hacerme sentir que le interesaba. "Que tengas excelente día", "Espero y estés teniendo lindo día" y "Que mañana sea un día mejor".
Después de tres semanas los mensajes no eran sólo tres, ya teníamos conversaciones largas durante el día y me sentaba bien el hecho de hablar con él y algunas veces pasaba a mi casa o a mi trabajo a saludarme. Un mes más tarde me invito al cine y acepté. Al entrar a la sala las luces aún estaban prendidas y alcance a ver una silueta muy conocida, era Alexis, mi ex novio.
No iba acompañado de una mujer, de hecho iba con dos de sus amigos y los tres se quedaron atónitos al verme entrar con Rene.
Al verlos lo que hice fue ignorar el acto y disponerme a encontrar un lugar para sentarnos, no mencione nada al respecto y Rene hizo lo mismo. Cuando terminó la película salimos primero que mi ex novio y sus amigos pero eso no fue de mucha ayuda.
De pronto ya tenía a Alexis detrás de mí.
Comenzó a reclamar como si tuviera derecho, yo sólo callaba y Rene se mantenía al margen. No hice mucho caso a lo que dijo, me di la media vuelta y jale a Rene para irnos, total él y yo ya no eramos nada.
Camino a casa permaneció un incómodo silencio y la verdad si temía que fuera a afectar en lo que apenas comenzaba entre nosotros. De la nada pregunto:
- ¿Aún lo quieres? - rápidamente conteste con un rotundo no y él asintió con la cabeza.
Yo decía la verdad, no lo quería, hacia tiempo que ya no sabía lo que sentia por él. Al irse de mi casa esperaba su mensaje pero nunca llegó, sino hasta una semana después.
Él no quería alejarse, pero sentía que yo aún no me desprendía de lo que era Alexis y esta vez no era él el único confundido. Ahora era diferente, no me confundía por lo que "sentía" por Alexis, sino por lo que estaba llegando a sentir por Rene.
Era rápido para sentirlo, pero él me estaba enseñando muchas cosas, algo que mi ex novio nunca habría hecho. Simplemente apareció, lo hizo para bien y lo hacía para quedarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario