jueves, 7 de mayo de 2015

¡Se acabo!





¿Por qué no dijiste nada? ¿Por qué callabas a mis preguntas?


A caso no veías que moría porque dijeras tan sólo una palabra, no te imaginabas lo que sentía al ver que no te importaba si me rendía a esa batalla.
Para ti era fácil decir "Se terminó, ya no hay más entre nosotros da la media vuelta y vete que ya no eres parte de mi vida", pero es algo que no comprendía, te fuiste de mi vida sin decir nada. ¿Será que darte todo fue lo que hice mal? 

No negarte mis besos y acostumbrarte a mis caricias cuando tú las requerías fue lo que te canso de mí. Siempre estuve dispuesta a todo por ti a pesar de cualquier cosa, no hubo día en el que no te contestara el teléfono, en el que no quisiera verte.
Cuando te veía no me daba cuenta de la mascara que llevabas puesta, esa con la cual me enamoraste y ahora puedo verla claramente.

Te veías tan feliz conmigo... Tú no me querías, aquella mascara sí.

Ahora sé muy bien que no te importa como estoy, no te interesa saber que es lo que hago, con quien hablo, con quien voy, o simplemente como es mi vida ya sin ti. Pero te lo voy a decir.

Estar sin ti me ha enseñado que no dependo de alguien que este conmigo para ser feliz, he logrado quererme a mí sin importar lo que diga la gente, aprendí que no necesito un beso de buenos días y mucho menos uno de buenas noches, y sobre todo que Dios te quita personas para ponerte a aquellas maravillosas en el camino.





Y para que mentir, me ha sentado bien estar sin ti.


No hay comentarios:

Publicar un comentario