Hoy desperté extrañándote y no sé si te extrañaba a ti, a la que era contigo, o a esa persona que me hacía sentir querida.
Estoy extrañándote y ya paso un año, es absurdo, pero el sentimiento duele. Leí conversaciones que guarde en aquel momento en el que no era yo, en el que no era más que tu pasatiempo sentimental, las leí y me volví a sentir de la misma manera. Miserable y tonta, que te necesitaba y te odiaba. Y aunque dije que nunca te odiaría, te odie por quererte tanto y lastimarme de esa manera tan ruin.
No tengo muy claro lo que siento, no comprendo si aún te quiero o sólo extraño el recuerdo de aquel en el que dormía en su pecho, aquel que al despertar me decía "te quiero" y me daba un gran beso.
Estoy siendo la miserable, la misma tonta quebrantable.
¿Qué está pasando? Te sentía olvidado y superado. Entonces, ¿será cierto que eres y serás ese que no olvidaré jamás? Porque pensé que eso sólo sería en mi momento, ahora pienso que es tu momento. Reapareces en mis pensamientos y de repente extraño tus buenos días o tus llamadas de largas horas.
¿Te extraño a ti?
Quiero imaginar que extraño el tener a alguien conmigo, pero de igual modo me sentiría miserable de nuevo.
Hoy vi tu sonrisa cuando cerré los ojos y sonreí sin darme cuenta... y recordé cosas. Cosas que a veces me gustaría volver a sentir, a vivir y otras veces... otras veces me hacen llorar. Como hoy.
No sé si son las fechas, pero lo que sí sé es que no volverás en unos días como lo hiciste el pasado año. Ya no estás, no regresarás y eso sí es más que seguro.
Bien me dijeron que no me quisiste, que si de verdad lo hubieses hecho jamás me habrías causado semejante daño. Me trague tus palabras tal si fueran agua, las creí y las sentí. Quizá eso es lo que duele, el haber sido burlada y ultrajada. O quizá no.