Cuando dije que no te quería de vuelta lo decía de verdad o probablemente era la verdad de ese momento. Porque después volviste y mi verdad de aquel momento desapareció y te acepte con todo el amor que aún sentía.
Nunca pensé que regresarías a mí y lo hiciste, me sorprendí pero te deje entrar y quisiera decir que me arrepiento pero en este momento creo que no puedo.
Las cosas pintaban bien, al menos así las veía yo, se notaba que nos habíamos extrañado y la primer noche te sentí distinto, eras el cariñoso de antes. Eso me gustó y me convenció que lo que hacíamos estaba bien. Poco después todo cambio y me decidí a que tenía que dejarte, que mi momento había llegado pero me detuviste e hiciste algo que nunca habías hecho, expresar tus sentimientos. Me quede de nuevo.
Contigo todo se volvió un repetitivo "pensé, pensé, pensé", pues pensé que sería diferente, que habías cambiado, que este sí sería nuestro tiempo, pero no fue así. Estuvo bien mientras duró. Tus besos eran dulces, tus caricias eran tiernas y tus palabras mentiras, pero me hacían sentir bien.
Es triste que sólo con migajas me hicieras feliz, también me da vergüenza aceptar que te prefería así tan libre porque no quería perderte, no de nuevo. Y me da más pena por mí, que siempre te soñé con rosas rojas parado en la puerta y nunca fuiste así.
Debía ser realista y aceptar que no ibas a volver de la manera en la que yo quería, no dejarías tu libertad para estar bien conmigo, ¿por qué? porque no te interesaba, no lo querías, no me querías, porque era yo la que sentía y a la que le importaba "la relación". Yo no podía cambiar tus sentimientos, pero con el tiempo, los míos sí.
Dejarte me dolía pero tenía que hacerlo, por salud mental, por salud emocional.
Hoy que ya no estás puedo decir que estoy bien, es mi verdad del momento, pero llegará la noche y mi verdad será otra, quizá buena o mala, no lo sé. También llega el momento de extrañarte y esa verdad cambia mucho, los recuerdos no me llenan y me vacían un poquito más, pues recordar a ese alguien con el que hablabas y estabas siempre, duele, pero duele más cargar con un amor que te quiere pero no sabe para qué.
Por último hay algo más que quiero decirte...
Recuérdame bonito, ojalá y así lo hagas, porque nunca te hice daño y siempre te di todo lo que estuvo en mí. No te recordaré como algo malo, porque a pesar de todo me hiciste feliz y dicen que si algo te hizo feliz entonces valió la pena y sé que fue así. No te voy a odiar, créeme que jamás lo haría, pero fue mejor alejarme a seguir con esto que en realidad sólo me hacía daño a mí. Porque hay que ser sinceros y sabemos que a ti te da igual. Ojalá y te vaya bonito, ojalá y encuentres a alguien que te llene por completo, como intente hacerlo yo y ojalá algún día te des cuenta de lo mucho que llegue a quererte, porque lo hice de verdad y con todo el corazón. Te deseo lo mejor y que Dios siempre este contigo.